A Brock, de seis años, le encanta reír y bromear. Puede correr, dar vueltas y saltar durante horas, a menos que esté desmontando cosas, solo para ver cómo volver a montarlas. Cuando Brock era pequeño, su madre y su padre notaron que tenía problemas para expresarse, una señal temprana de autismo. Después de que Brock fuera diagnosticado, sus padres aprendieron sobre la CAA (Comunicación Aumentativa y Alternativa). Tan pronto como obtuvo su dispositivo de comunicación, Brock quedó alucinado. Ahora, deja que todos sepan exactamente lo que está pensando.